Utilizadas para la fabricación de suelos de madera, las tarimas utilizadas son de dos tipos, tarima de madera maciza y tarima de madera multicapa, siendo su grosor de entre 18 y 23 mm.
Las tarimas de madera suelen estar fabricadas con las siguientes especies de árbol: roble, haya, fresno, castaño y eucalipto. Su dimensión longitudinal es mayor que la transversal, pudiendo ir aquélla desde 60 hasta 200 cm.
Tarima de madera maciza.
Se fabrica con piezas de madera aserrada y unidas entre sí, y no incorporan tableros u otros elementos que las transformen. La tarima de madera maciza es el producto para suelos de mayor calidad. Además es ecológico, con una duración muy larga y es exclusivo. Aparte de para suelos, también se puede utilizar para revestir paredes o techos.
Un factor importante a tener en cuenta es la sostenibilidad medioambiental al obtenerse de los árboles, sin otra transformación, contribuyendo a la gestión forestal.
Su exclusividad está implícita al ser un producto natural, único e irrepetible, utilizable tanto en el interior de las viviendas como en el exterior. Su durabilidad está contrastada y admite su renovación, tanto para teñir, matificar o abrillantar
Tarima de madera multicapa.
Aunque comúnmente se confunde el término de madera multicapa con el de tarima flotante, este último alude al tipo de instalación. La tarima de madera multicapa está formada por tres capas (capa superior o noble, intermedia persiana y la contracara) unidas con cola.
La capa superior es la que está a la vista y es de madera maciza. Sus dimensiones no están determinadas, y su comercialización engloba multitud de variantes. La única exigencia es la de que el grosor de la capa superior de madera maciza sea como mínimo de 2,5 mm.